Como Thor con el café...

Yo puedo hacerlo.
Sé que puedo.

He resistido bien el impulso estúpido de caer de nuevo en sus promesas.
Ya casi me libero... Estoy cerca. Puedo sentir mi libertad.

Ya no soy la misma niñita. Mírame, mi mirada incluso ha cambiado.



Por otro lado, con él todo es perfecto. 
Hasta la más simple mueca que se logre con su rostro, me hace sonreír.
Sus abrazos me animan y sus besos me fortalecen.
Como Thor con el café...


Comentarios